Una alternativa natural para cuidar tu piel.
Para poder comprender la filosofía de Vagheggi, es imprescindible conocer qué son los fitocosméticos, cómo actúan y cómo distinguir cuáles son verdaderamente naturales.
Partimos de la definición de fitoterapia como ciencia que estudia el uso de las plantas con una finalidad terapéutica. La aplicación de los extractos vegetales para curar enfermedades es algo que siempre ha existido a lo largo de la historia, y ya en nuestro tiempo aparece el concepto de fitocosmética, palabra de origen griego: Fytos (plantas) y Kosmein (adornar). Por lo tanto podemos decir que la fitocosmética es la fitoterapia aplicada a la belleza.
La fitocosmética de Vagheggi es mucho más que lo que entendemos por beneficios de la cosmética natural, ya que a la hora de formular sus productos utilizan principalmente ingredientes naturales, pero siempre con un fin específico. Cada sustancia tiene un porqué y eso se debe a los principios de la fitoterapia.
En Vagheggi, decidimos estar orientados al “lo verde” en 1975, cuando todavía “ser verde” no estaba de moda. Desde el primer día, Vagheggi se ha preocupado mucho por la investigación y el desarrollo de sus productos faciales y corporales, utilizando siempre elementos y propiedades del mundo de la naturaleza. Actualmente empleamos más de 300 materias primas de extractos, aceites esenciales, moléculas de flores, plantas, raíces, algas y minerales. Nuestro enfoque respeto a las personas y el medio ambiente que nos rodea no se limita a la elección de principios activos naturales, sino que también es esencial la selección de otros componentes del producto, como pueden ser los conservantes, excipientes…, que se eligen porque cumplen con los controles más estrictos de calidad y seguridad, y nos garantizan los mejores resultados y tolerabilidad en la piel.
Nuestros principios éticos y nuestra filosofía se refleja en todos los productos de Vagheggi, que supo anticipar con intuición, coherencia y determinación, algo que muchos años después se convertiría en una tendencia: aprovechar todo lo mejor de la naturaleza para crear cosméticos con resultados visibles y duraderos, por supuesto siguiendo políticas rigurosas de comercio justo y desarrollo sostenible, utilizando proveedores que cumplen con las leyes locales e internacionales para proteger y desarrollar el medioambiente y que interactúan con la comunidad local, proporcionando empleos y manteniendo las técnicas tradicionales de recolección y procesamiento.